12.9.13

Renaciendo


Tarde de invierno con olor a primavera, con deseos de desaparecer. Nadie me advirtió que crecer era tan cruel, que ver amanecer sin poder renacer es como dar un beso sin sentirlo. Estoy sobreviviendo sobre la nada. No tengo vicios que me cobijen, extraño el humo del tabaco que se llevaba mis pensamientos, extraño los adoquines que inspiraban mi alma, la lluvia que cantaba al son de mis lágrimas, extraño todo y extraño nada.
El presente es confuso pero inevitable, esta vez no puedo correr como antes, sentir el viento y creer que soy libre, ya no puedo perder la memoria como solía hacerlo.
Crece, crece, tienes familia y ya no puedes caer, abraza un árbol (el más grande) y aferrate a el, ata tus manos al cielo (eso te hará más grande), nunca mires abajo (eso produce vertigo), no aflojes. Ya nada es como antes, mis pies no saben aterrizar, mis manos no saben de ataduras, mi mente no se quiere calmar.
Extraño cuando necesitaba que alguien me cobijara, que me preguntaran si hice la tarea, que me obligaran a estudiar, que me dijeran que no es necesario trabajar, extraño ser una niña y esa niña me extraña a mi.
Temo y amo mi futuro, lo quiero y no lo quiero, duermo sin descansar pensando en lo que pasará, no quiero despertar sin tener una respuesta.


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