Si desde el corazón a los dedos no hay nada en mi cuerpo que no hagas vibrar.
¿Qué tendrá de real esta locura? ¿Quien nos asegura que esto es normal? Y no me importa contarte que ya perdí la mesura que ya colgué mi armadura en tu portal.Dónde termina tu cuerpo y empieza el cielo no cabe ni un rayo de luz. ¿Qué fue que nos unió en un mismo vuelo? ¿Los mismos anhelos? ¿Tal vez la misma cruz?
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